miércoles, 9 de septiembre de 2020

El Efecto Espejo


Muchos de ustedes nos han pedido que tratemos el tema de la tolerancia y de la convivencia familiar, porque para muchas familias ha sido difícil y cuesta arriba mantener la armonía, sobretodo al tener que convivir "encerrados" continuamente por 24 horas durante los 7 días de la semana, aunado esto a los diferentes caracteres y personalidades que se conjugan dentro de un mismo  hogar. 

Es posible que antes de la pandemia ya no se llevaran muy bien, y por causa del confinamiento las cosas han empeorado. Por otro lado, es posible que todo estuviese bien, hasta que llegó el encierro, lo cierto es que, en algún momento nos ha tocado decir ¡VOY A EXPLOTAR!

Puede suceder que nuestras explosiones o lo que nos disgusta vaya de cosas tan tontas o muy complejas. Cualquier cosas puede originarla, desde el hijo respondón (falta de respeto), la toalla en el baño que nunca recogen (desorden), el que quiere ir a la calle en pandemia (desobediencia), el que te dice mentiras en la cara, lo duro que puede ser tu pareja (inflexible), el sarcasmo de un vecino, la apatía (indiferencia) de tu mejor amigo, etc. 

Todo esto y mucho más, pueden ser los "disparadores" de tu ira, rabia o impotencia. 

¿Que pensarías si ahora te dijera que lo que ves en el exterior es el reflejo de lo que hay en tu interior?, es decir, que la falta de respeto, el desorden, la desobediencia, la mentira, la inflexibilidad y la indiferencia no están afuera sino dentro de nosotros, ¿Cómo cambiaria tu forma de ver la vida?

Sí, así como lees, pero hoy quiero que dejes de juzgarte y presionarte por no ser "la mata de la tolerancia" o "la tolerancia en pasta", quiero mostrarte que no todos los episodios causantes de nuestros malestar han dependido de ella, sino mas bien de esas sombras que nos desagradan de nosotros mismos y que no hemos sanado aun, pero que se siguen proyectando en el otro para que podamos verlas y aprender de ellas.
 
Cuando llegamos al mundo, no conocemos división entre nosotros y aquello que nos rodea. Es con el tiempo, y en la medida que crecemos, que esa línea divisoria entre el "Yo" y lo que nos rodea se va creando en nuestra mente. Cuando un bebé se encuentra ante un espejo, no se reconoce así mismo en la primera oportunidad. Esto solo sucede luego de un tiempo, y este proceso de auto reconocimiento  es fundamental para que el YO pueda formarse y así afirmar su propia identidad.

Esa capacidad de vernos "reflejados" a nosotros mismos en un objeto, es también una forma en la que nuestra mente, juega a proyectarse a si misma a través de otros. 

Tendemos sutilmente a proyectar nuestros propios conflictos, los procesos internos de debate, nuestras situaciones irresolutas y los sentimientos bloqueados. Esto se conoce como proyección sicológica o efecto espejo, y nos permite, a modo de defensa, atribuir a otros, sentimientos, pensamientos, creencias y acciones propias que nos resultan inaceptables o que rechazamos. 

El efecto espejo, es un mecanismo de defensa de nuestra mente, en donde una herida emocional causada en cualquier etapa de nuestra vida, queda almacenada en nuestro subconsciente, y al surgir un evento que nos recuerde esa herida que rechazamos, sin percatarnos, la mente busca la forma de poner fuera de nosotros eso que no toleramos, para así preservar nuestro equilibrio.

Hacernos conscientes de este proceso de proyección puede ayudarnos a conocernos más, al hacernos responsables de nuestras reacciones.

Voy a permitirme ilustrarte esta situación a través de un cuento:

Hace tiempo, en un pequeño pueblo, había una casa abandonada. Cierto día un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por uno agujero a la casa. El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subirlas se topó con una puerta semiabierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían mil perritos más, observándolo tan fijamente, así como él los observaba a ellos. El perrito comenzó a mover la cola y al levantar sus orejas poco a poco, los mil perritos hicieron lo mismo. Posteriormente sonrió y les ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto se quedo pensando para sí mismo: “¡que lugar tan agradable... voy a venir mas seguido a visitarlo!".

Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros mil perritos del cuarto se sintió amenazado, ya que lo estaban viendo de una manera agresiva. Posteriormente comenzó a gruñir, obviamente vio como los mil perritos le gruñían a él también. Comenzó a ladrarles ferozmente, y los otros mil perritos le respondieran de igual forma. Cuando este perrito salió del cuarto pensó: "¡que lugar tan horrible es este nunca mas volveré a entrar allí!".

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: la casa de los mil espejos.

¿Alguna vez te ha molestado enormemente la forma de actuar de otra persona, cuando ésta hacía algo con lo que tú no estabas de acuerdo? ¿Qué es eso que tanto te molesta del otro?

La convivencia familiar no es nada sencilla, y en estos tiempos de confinamiento por tanto tiempo a causa de la cuarentena, es donde se suelen desencadenar disputas de manera frecuente, por que hay unos miembros de la familia que son por ejemplo muy ordenados y limpios, y otros que no lo son tanto. Si eres una mamá o papá súper ordenado, que necesitas tener todo perfecto y vives con hijos desordenados, seguramente te asalte la rabia con frecuencia.

Si un hijo, la pareja, el jefe o un amigo, despierta en nosotros emociones desagradables, aunque no lo sepamos, probablemente, somos victimas del reflejo que hace nuestra mente de algo que está en nosotros mismos, y que no queremos o estamos incapacitados para verlo de momento. Esto es algo con lo que nos urge trabajar. 

Esta capacidad de reflejarnos en otros, no necesariamente tiene que ser algo malo, y en algunos casos particulares podemos producirla de manera consciente.

Un ejemplo de esto son las relaciones de pareja y de amigos. Te confieso que si hubiese conocido todo esto hace unos años atrás, me hubiese ahorrado muchísimo sufrimiento, y es que yo, como cualquiera, sostuve relaciones con personas en donde la pasé muy mal, y tal como les narre en el cuento, veía siempre muchos perritos ladrándome y gruñéndome sin saber porque. En el caso de mis parejas sentimentales, éstas siempre reflejaban mentiras, maltratos e infidelidades. 

Ante esta situación, he aprendido que, cuando nos encontramos con alguien deshonesto, en lugar de juzgarlo, debemos aprender a redirigir muchas veces, el foco hacia nosotros mismos y preguntarnos ¿hay algo en mi vida que no es del todo honesto? O si nos encontramos con alguien con despropósito o sin visión de la vida (los cuales abundan), debemos voltear el foco hacia nosotros y preguntarnos sinceramente: ¿en que áreas no tengo claridad de lo que quiero para mí? En el caso de que nos crucemos con alguien que falte a nuestro  respeto, volvámonos hacia nosotros mismos y preguntémonos: ¿me respeto a mi mismo aún por encima de lo que lo hacen los demás?

En la actualidad estoy felizmente casada con Cesar, y si tuviera que describirlo en una palabra seria "Fiel". Es un hombre fiel a Dios, a si mismo, a sus valores y principios, a sus amigos y a su pareja, y cuando él llegó a mi vida supe comprender que esa fidelidad en su corazón, no me era ajena, porque también habitaba dentro de mi, de alguna forma. Él era un reflejo de mi misma en ese sentido, y allí fue cuando más lo amé. Te pregunto: ¿Qué refleja tu pareja de ti?

Es importante elegir un amor que refleje todo lo bueno que tu eres.

Creemos en el principio de que un matrimonio feliz, produce hijos felices, y ese ha sido siempre nuestro norte como pareja y familia. Mi esposo siempre me repite la frase: "Primero debemos asegurarnos que tú y yo estemos bien, antes que cualquier cosa, eso es lo que garantizará que todo lo demás (hijos incluidos), también lo estén".

Muchas parejas concentran la atención en el cuidado y protección de los hijos, descuidando en el proceso su matrimonio. Eso es un error. Un matrimonio feliz, genera un ambiente de felicidad en el hogar, lo cual redunda en hijos felices. 

Nuestro hogar es el reflejo de lo que somos como individuos, por eso es importante armonizar como pareja para poder reflejar en la misma intensidad y sentido. Un matrimonio, donde cada quien proyecta de manera distinta, genera confusión en el hogar, y repercute en la personalidad de los hijos. 

Por eso, la felicidad de tu familia, es un reflejo de la tuya. 

Lo mismo se produce con las amistades. En toda relación hay quien refleja o "influye" más fuertemente en otros. De allí que siempre existirán personas que intentarán imitarte, como también habrá quienes no soportarán el peso del reflector sobre sus vidas. 

Por eso es importante, encontrar esos amigos que puedan vibrar o reflejar en tu misma frecuencia, esas almas gemelas, que te hacen ver a ti mismo muy bien, así como ellas se sienten bien reflejadas en ti. Son ese tipo de personas con las que puedes sentirte tú mismo, y que forman esa parte de tu vida que es irremplazable. Sé que son muy difíciles de encontrar, y que son escasas, por eso hay que buscar con mucho cuidado y atesorarlas aún más.

En la medida que reflejemos en nosotros lo bueno, puro, lo honesto, lo amable, lo justo, lo amoroso, lo apacible; de esa misma forma obtendremos la repuesta de los demás y conectaremos de manera efectiva con gente acorde a esos principios.

Cuando veas en otras personas esas cosas que te desagradan o detectes algún posible disparador, que generen en ti una reacción fuerte de rechazo pregúntate: ¿es esto realmente suyo o es completamente mío? La respuesta a  esto, te permitirá hacerte responsable de tus sentimientos, para poder resolverlos y contribuir a relaciones armoniosas.

Cuando hablamos de otros, no nos damos cuenta, pero estamos hablando de nosotros mismos.

Cada vez que algo me moleste de otro, debo preguntarme ¿Qué ha venido a recordarme o enseñarme? 

El verdadero autoconocimiento, es darnos cuenta que, aquello que reflejamos en los demás, es realmente algo que habla sobre nosotros mismos, aunque nos cueste admitirlo.

Para alguien desconectado de su esencia, todo lo que le recuerde una herida propia, va a ser motivo de juicio, crítica y separación.

¿Qué criticas? ¿Qué juzgas? ¿Qué te hace excluir a la gente?

Mientras vamos descubriendo y sanando esas partes de nosotros que rechazamos y las vamos re-integrando a lo interno, mejor nos vamos a sentir, seremos más tolerantes y comprensivos con nosotros mismos, y con los demás.

Sé que para algunos resultará difícil de aceptar y comprender que, todo lo que me molesta o me agrada en el otro, no está fuera, sino que está dentro de mi, pero si te detienes a pensarlo un poco, te darás cuenta de que por ejemplo, en un sentido positivo, lo que te agrada de otra persona suele ser un reflejo de la percepción de ti mismo. 

A veces, esto suele ser un reflejo directo, porque lo que te gusta del otro es una cualidad que tú tienes o admiras de ti. Otras veces, el reflejo es inverso, quiere decir, que lo que te gusta del otro es una cualidad de la cual careces y por ello admiras a la persona que la tiene. 

En un sentido negativo, cuando te molesta algo de otra persona, un reflejo directo sería que odias en el otro lo mismo que odias en ti. Y un reflejo inverso de esto, es odiar en el otro, algo de lo que carezco.

De forma práctica, usaremos como ejemplo, cuando nos molesta la actitud de un compañero de trabajo que consideramos engreído, de lo cual, se desprenden estos posibles razonamientos:

- Reflejo directo: Me molesta la actitud engreída, porque yo también lo he sido por momentos con otros. En este caso, podré entender como se sienten los demás cuando yo actúo así, y podré replantearme si debo corregir mi actitud engreída.

- Reflejo inverso: Si me molesta la actitud engreída, es porque en el fondo me gustaría tener un poco de esa autoestima que tiene mi compañero. El reflejo estaría mostrando que seria bueno valorarme un poco más. 

Percatarnos que existe el efecto espejo, nos hace convertirnos en seres responsables de nuestra realidad y no en victimas del mundo.

¿Por qué te enojarían ciertas actitudes o conductas de otros, si no fueran el reflejo de las tuyas? Verse con la peor cara en el espejo de los otros nos causa mucha MOLESTIA Y RABIA.

Todo depende de la forma en como veamos reflejada nuestra imagen en la otra persona. Debemos hacernos conscientes de la situación presente, y evaluar nuestro comportamiento, antes de juzgar el del otro. Esta evaluación de nosotros mismos, no es un proceso que se aprende de la noche a la mañana, y no suele ser un camino sin baches, pero es necesario que procuremos este aprendizaje sobre nosotros mismos, si queremos ser felices y vivir tranquilos.

Abordaremos con otro ejercicio práctico, las distintas formas en que podemos evaluar una situación o actitud desagradable en otros, usando para ello a nuestro favor, el efecto espejo. 

Piensa en esa situación en donde tuviste una discusión o desacuerdo, en la que te sentiste mal o enojado con otra persona. Ahora trata de imaginarte frente a un espejo, y pregúntate ¿Qué es lo que refleja este espejo de mí?

1.- REFLEJO INVERSO: ¿Te disgusta tener una persona que es todo lo contrario a ti? ¿Cómo trabajarlo?

- Busca equilibrio: Siendo muy rígido te situarás en un extremo y desequilibraras la balanza. Puedes equilibrarla siendo más comprensivo y no tan duro contigo mismo, a la hora de querer tenerlo todo ordenado o bajo control. Al ser más permisivo con tu persona, no te generará tanta rabia las acciones de los demás.

- Pregúntate: ¿Qué me estoy exigiendo? ¿realmente es tan necesario? ¿podría permitirme ser un poco más flexible conmigo mismo? ¿si no termino lo que debía hacer, será terrible? 

2.- REFLEJO DIRECTO: Lo que te molesta es en realidad una parte tuya que no quieres ver. Es una parte oscura o sombra de ti, que no quieres aceptar. ¿Cómo trabajarlo?

- Arroja luz a tu sombra buscando los puntos en común: Escribe que es exactamente lo que te esta doliendo de la otra persona, y luego reflexiona si tú te comportas igual en otras situaciones con otros. Tener claridad de tus propias sombras ayudará a cambiar lo que no te guste de ti mismo. 

3.- EXPECTATIVAS EGOISTAS: Sucede cuando tenemos altas expectativas en una situación o con una persona, y empezamos a ver que no coinciden con la realidad. Es decir, hemos idealizado a alguien o algo y al darnos cuenta que no es como queríamos, lo intentamos manipular y controlar para que cambie y se adapte a la idea que nos habíamos formado, pero al no lograr nuestro objetivo, esto trae sufrimiento a nuestra vida. ¿Cómo trabajarlo?

- Deja la visión egocéntrica de lado: Da igual que hagas mil pataletas, te enfades, grites o llores, hay cosas en la vida que escapan de tu control.

- Pregúntate: ¿Qué esperabas de esa persona, relación o momento? ¿Qué estaba en tus manos modificar? ¿Qué no dependía de ti? Cuando te des cuenta de que no sirve de nada intentar controlarlo todo, te quitarás un gran peso de encima, actuando solo cuando sea necesario y dejando que las cosas fluyan.

- Responsabilízate de ti mismo: Toma toda esa energía que estas desperdiciando en intentar cambiar al otro, y dirígela hacia algo que si esta en tu poder: cambiarte a ti mismo y darte lo que necesitas.

- Has una lista de las cosas que podrías hacer para ti mismo, para mejorar tu vida sin que dependas de los demás. ¿Como podrías darte a ti mismo lo que esperas del otro?, esto nos ahorrará grandes decepciones.

4.- CUANDO HACEMOS LO MISMO A LOS DEMAS: Cuando te encuentras a ti mismo sintiéndote victima de una persona que te esta haciendo daño, aunque tú no le estés tratando igual, se lo estas haciendo a otra persona. ¿Cómo trabajarlo?

- Redacta una lista de las cosas que te hacen sentir mal, respecto a como te tratan y luego repásalas con detenimiento pensando si tú estas actuando de un modo similar con alguien distinto.

Si nos ponemos en la piel de los demás, como resultado trataremos mejor y no haremos lo que no nos gustaría que nos hicieran 


¿Qué beneficios obtenemos del efecto espejo para nuestro crecimiento espiritual?

- Mayor autoconocimiento: Cuanto mas conocimiento tienes de ti mismo mas claro visualizas lo que quieres en tu vida, dirigiendo así tus esfuerzos hacia el alcance de tus objetivos y tus metas.

- Integración de tu sombra: Al reconocer tu lado oscuro, deja de ser un impedimento invisible constante.

- Más empatía y compasión: En el momento que te pones en el lugar del otro, aceptas la imperfección humana.

- Mayor equilibrio: Lo externo te afecta en menor medida, te encuentras mas conectado con tu paz interior.

- Humildad: Aprendes a verte tal y como eres sin máscaras, aceptando tus debilidades y desapegándote del ego.

- Liberación de la actitud de victima: Dejas de ceder tu poder personal a los otros para empezar a responsabilizarte de tu persona.

En resumen, cuando aprendemos a colocarnos en la posición de otros, ampliamos nuestro conocimiento, tanto de nosotros mismos, como de los demás. 

Este conocimiento, es una piedra fundamental e importantísima, en la construcción de relaciones sólidas y a la vez más sanas.

Todo comienza y todo termina con nosotros.

Lo que niegas te somete, y lo que aceptas te transforma.

Los demás solo están ayudándote a reflejar lo que debes corregir, sanar y aprender. 

Aprovecha cada situación, para aprender más de ti mismo, y refléjate de forma correcta en los demás.

Dios te bendiga,

Lcda. Nathali Vilchez

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